Mañana en el colectivo y el pasaje está completo.
Voy charlando a mi amigo Tito, el chofer de los 500.
y de pronto la veo a ella, con un mar en la mirada.
Morocha de finos trazos que elegante va sentada.
Sonrisa que me delata y evitarla ya no puedo.
Morocha que se sonroja y hace trenzas con su pelo.
Que lindos son los amores de para´o y sin asiento,
Que ricos son los sabores de la vida en el 500.

Y encaró, pa´ bajar por adelante
´taba yo, bien prepara´o para el levante.
Se quedó, cerca de Rivera Indarte.
Con el cuerpo y con el alma morocha bajé a buscarte
-¿Cómo estás? Yo soy Juan.
Sólo un fiel servidor.
Y me llaman “cirujano del amor”.
-¡Ay que bueno un cirujano!
Justo eso ando buscando.
Soy Josefina pero me dicen José.

No se José, no sé José, no sé José…
Ese paquete no es de cigarrillos.
No se José, no sé José, no sé José…
Este romance cuelga de un hilo.
No se José, no sé José, no sé José…
Ese paquete no es de cigarrillos.
No se José, no sé José, no sé José…
Que no me tiente su medio kilo.

Despoja´o de mis prejuicios fuimos a tomar cerveza
todo el bar se daba vuelta relojeando nuestra mesa.
Josefina me miraba buscando alguna certeza,
y yo no decía nada, me faltaba la grandeza.
De aceptar y admitir que Josefina me gustabas,
que el amor de los dos no podía tener trabas.
Me paré y la abracé, ella no decía nada.
Y ahí nomás en ese instante me di cuenta que la amaba
-¿Cómo estás? Yo soy Juan.
Soy un fiel servidor.
Y me llaman “cirujano del amor”.
-¡Ay que bueno un cirujano!
Justo eso ando buscando.
Soy Josefina pero me dicen José.

No se José, no sé José, no sé José…
Ese paquete no es de cigarrillos.
No se José, no sé José, no sé José…
Si este romance cuelga de un hilo.
No se José, no sé José, no sé José…
Ese paquete no es de cigarrillos.
No se José, no sé José, no sé José…
Que no me tiente su medio kilo.

Y Juancito tuvo un acto de grandeza
se alquilaron una pieza que recomendó una vieja.
Matrimonio igualitario ya no son tan solitarios
llevan casi cuatro años compartiendo el mismo baño.
Toman siempre el colectivo en la esquina de la plaza.
Por supuesto que hay vecinas que no entienden lo que pasa.
Josefina les explica que el amor cuando te alcanza
No conoce de colores, no conoce de colores
no conoce de colores, ni de razas.

No se José…